Cultivar orquídeas dejó de ser un hobby para Francisco Villegas, un
apasionado por las flores exóticas que cambió los trabajos de oficina para
pasar a vivir de ellas.
“Son pocas las personas que pueden decir que viven de las flores.
Estoy dedicado por completo a
producirlas y comercializarlas”, cuenta Villegas.
Este ingeniero forestal, y actualmente presidente de la Sociedad
Colombiana de Orquideología, con sede en Medellín, se ha convertido en un
excelente observador y reconoce a simple vista orquídeas de tierra fría, cálida
o media.
“Cultivamos aproximadamente 3.500 especiales diferentes y 200 géneros.
Fuera de eso, manejamos cuatro líneas comerciales de plantas para que el
público las compre y las disfrute”,
señala Villegas al destacar las personas
que participan en su empresa.
“Desde el conductor que lleva las plantas, las personas que siembran,
el señor que las riega, el de los abonos, todos ellos hacen parte de esta
cadena”, dice.
Para este apasionado por las flores exóticas es fundamental estar al
tanto de las tendencias del mundo, pues de ello depende la aceptación de las
especies en el mercado.
“Uno debe estar conectado con el mundo, y el tema de las flores es
algo que está evolucionando. Por
ejemplo, hay que saber sobre hibridación
y tecnología en Taiwán, así
como de los grandes centros de
desarrollo que existen en Holanda e India”, sostiene.
Agrega que su esfuerzo por traer lo mejor en desarrollo de plantas
híbridas e innovar con nuevas variedades
se refleja en las ventas.
Parte del éxito que ha tenido con las flores se debe al gusto que en ellas despierta.
“Ningún negocio sin pasión funciona. El que quiere ser comercial
busca una línea nueva de trabajo y la aplica”, dice.
Su mercado más grande se
concentra en Medellín, ciudad donde está ubicada su empresa Orquifollajes.
Desde allí exporta a Estados Unidos, Australia, Alemania y Gran Bretaña, aunque
con muchas dificultades, expresa.
“Es claro que el país necesita abrir nuevos mercados; sin embargo, cada vez hay más
problemas para exportar. La regulación fitosanitaria para enviar productos al
exterior es complicada y eso desestimula a cualquiera. Lo ideal es que las
instituciones del Estado estuvieran apoyando y fomentando la exportación”,
asegura Villegas luego de señalar que
lleva exportando hace 25 años pero nunca ha podido consolidar un mercado porque
las reglas de juegos siempre son cambiantes en Colombia.
La inversión
Ildefonso Velásquez, es otro amante de las orquídeas. Tiene en su
casa por lo menos unas 7.000 especies,
principalmente la odontoglossum porque es la que más le gusta.
Las amas de casa se han
convertido en su principal cliente potencial debido a que son seducidas por la
belleza y durabilidad que tienen las orquídeas. “La reina de la venta es sin
duda la phalaenopsis”, comenta Velásquez.
Le encantan los híbridos por eso importa plántulas, endurecidas o con punta floral
desde Holanda, Estados Unidos y parte de Asia”.
Si bien su negocio es pequeño e importa anualmente cerca de $30
millones, para Velásquez la clave está
en su comercialización, ya que es ahí donde se recupera en más de un 50% la
inversión.
Para comenzar un negocio como este, Velásquez recomienda primero documentarse sobre las distintas especies para
posteriormente saber comprar de acuerdo
con el clima y así evitar traumatismos con las plantas.
“Para iniciar un negocio de
orquídeas se requiere mínimo de $25 millones para la construcción de
invernaderos y sostenimiento de las mismas. Desde mi experiencia hay que
trabajar con flores llamativas como los híbridos”, recomienda.
Para María Cristina Mora Holguín, vicepresidenta de la Asociación
Bogotana de Orquideología, “no cabe duda que los países desarrollados nos
llevan mucha ventaja, pues este negocio también se llama tecnología”.
Según Mora, en el mundo hay más
de 40 mil especies y Colombia tiene el 10% de ellas, lo cual nos ubica en el
tercer país con más variedad en orquídeas.
Un negocio interesante desde
casa
Si piensa comenzar a cultivar orquídeas desde su casa, tenga en cuenta
que técnicamente necesita de una cámara
de flujo laminar y un lugar perfectamente desinfectado que le proporcione un
buen ambiente. Con relación a los cuidados, procure no echarles demasiada agua,
tampoco regarlas con frecuencia. Recuerde que las orquídeas no viven
propiamente en la tierra sino en los árboles por lo que requieren de cáscara de
pino lo cual permite que la humedad se
escurra y esto evita que las raíces se pudran. Especies como la
cymbidium y phalaenopsis se han convertido entre las orquídeas más apetecidas y
llamativas del mercado, especialmente
para arreglos de matrimonios y reuniones familiares.
Jenny Perdomo Agronegocios /LR
Jenny Perdomo Agronegocios /LR
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