martes, 12 de agosto de 2014

Un breve recorrido por las teorías de la comunicación y su impacto en la cotidianidad

En la historia humana ha sido reiterado el interés de algunos grupos sociales por estudiar los efectos de la comunicación. Teniendo en cuenta el papel estratégico que se le reconoce actualmente a la acción de comunicar y sus múltiples oportunidades, resulta válido partir de la base que se trata de “un fenómeno natural, cultural y creativo con un orden creciente de importancia”, tal y como lo afirma Éric Maigret en su libro ‘Sociología de la comunicación y los medios’, que merece ser analizado en estos tres aspectos.

Antes de comenzar con este recorrido teórico, vale la pena mencionar que las corrientes de la comunicación se ubicaron en diferentes espacios y momentos históricos, que le dieron un valor distinto a los modelos, con enfoques muy claros, que han permitido visibilizar con el tiempo la verdadera función de cada esquema de comunicación adoptado. Es por eso que la comunicación termina siendo en últimas un concepto integral que comprende aspectos distintos con un hecho claro: comunicar.

Uno de esos aspectos tiene que ver con que la comunicación es una experiencia antropológica fundamental, “el sentido ideal, intercambiar, compartir y comprenderse (Wolton, 2001: p.18); sin embargo, este planteamiento posteriormente fue debatido con la aparición del modelo funcional, el cual se consolidó con el positivismo.

Desde esta perspectiva, resulta necesario revisar el papel de los medios de comunicación y su actuación como subsistemas dentro de la esfera social. Es entonces cuando la repercusión y la influencia de los mismos sobre la audiencia, cobran gran importancia y se convierten, en su mayoría, en el punto de partida de las investigaciones de los sociólogos de diferentes corrientes teóricas e impulsaron a continuar con el análisis del contenido de los mensajes producto de la necesidad de evaluar el impacto de discursos publicitarios y políticos.

Otros factores de estudio que merecen toda la atención son los efectos de los medios y los mensajes sobre distintos grupos sociales, principalmente acogida por la sociología funcionalista y la psicología conductista y por el modelo estimulo/respuesta, del cual hace referencia Mauro Wolf en su libro ‘La investigación de la comunicación de masas’.

Respetando los momentos históricos de cada una de las corrientes, comienzo resaltando la teoría funcionalista que se constituye como una teoría del saber que no admite otra realidad que no sean los hechos, por lo que solo se convierte en realidad todo aquello que puede ser experimentado mediante el conocimiento científico. Así pues, los saberes son herramientas fundamentales que existen siempre y cuando ejerzan funciones gracias al poder que las prácticas comunicativas y de la evolución que las tecnologías le conceden.

Un ejemplo de poder en esta corriente se evidencia con la influencia de los medios de comunicación en la sociedad. Los medios son utilizados por el estado (situación que no es ajena a la actualidad) para vigilar el entorno, controlarlo y para transmitir la herencia social antes transmitida mediante la educación.

En el marco de este estudio se concibe que los medios de comunicación conformen un nuevo campo de estímulo con el poder de definir el comportamiento y las emociones de personas concebidas como sujetos iguales y a los cuales se podrían definir como masa ya que no tienen control de los mensajes.

Parte de este avance aparece con la teoría hipodérmica en los años 40, un momento de la historia marcado por la guerra acompañada de la propaganda nazi. Aquí cada individuo es un átomo aislado que reacciona por separado a las órdenes y las sugerencias de los medios de comunicación, un concepto muy asociado a la psicología de conducta que se explica muy bien cuando se dice que “en el contexto socioeconómico que marcó el origen de dichos estudios, (mercado, propaganda, el estado de la opinión pública) enfatizó el papel del sujeto individual en su calidad de elector ciudadano, consumidor (…)” (Wolf, 2004, p: 34).

A esta teoría se fueron incorporando nuevos conceptos y variables que darían un valor agregado a los análisis tanto de los contenidos y de los individuos.

La teoría de la información creada por Claude Shannon en 1948 suma la parte técnica pero aplicada a cualquier tipo de mensaje sin importar su significación. Mide la cantidad de la información, la capacidad del canal y el proceso de codificación usado para cambiar el mensaje así como los efectos del ruido.
 
Posteriormente crece el interés por la persuasión; el esquema de Laswell, por ejemplo, centró su investigación en el análisis de los efectos y los contenidos. Más adelante fue tal la influencia de los medios sobre los receptores del mensaje que se empezó a tejer en la Escuela de Franckfurt la teoría de los medios de comunicación como un instrumento de manipulación cultural.

Los investigadores se dedicaron también a medir los efectos de los discursos, los cuales expresan la intención de su emisor para influir en el receptor a través de mecanismos de persuasión. Los resultados se observaban según los estudios de la escuela de Chicago a partir de los comportamientos de los individuos y de un grupo en general. Berelson Bernard definía los objetivos del análisis de contenido como la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de las comunicaciones en el contexto de las industrias culturales.

Posteriormente, llegaría la industria de la cultura. En esta etapa los medios de comunicación en lugar de desarrollar la capacidad crítica de las personas lo que hace es provocar mentalidades rígidas. De esta forma la cultura se convierte en una ideología y el pilar ideológico de la industria cultural es la publicidad.

Con respecto a la cultura, un factor trascendental dentro de la sociedad, es importante analizar la relación  existente entre ésta y el sujeto. Es la base de todas las formas de la actividad humana y se convierte en una diferencia en el comportamiento del hombre lo que imprime un carácter único dentro de la estructura social.

La concepción de cultura se vincula mucho más con el concepto de sociedad, incluyendo la comunicación, el lenguaje y la literatura, entre otros aspectos, incluso se afianza el concepto de Talcott Parson al señalar que “la sociedad es un sistema que se caracteriza por su capacidad de reproducción y regulación autosuficientes. Constituida por la interacción de miembros individuales, y estos tienen metas y objetivos colectivos que comparten con la mayoría de los grupos sociales del sistema.”

Dicho esto, los medios tienen la capacidad y la eficacia real para integrar y reclutar sujetos de  distintas clases sociales, proyectos ideológicos, costumbres  y gustos; así mismo, que  existe una recepción y un consumo cultural dedicado al estudio de la compleja red de relaciones consientes e inconscientes que se produce en el proceso de recepción de mensajes. Aquí surgen varios puntos centrales en esta investigación:
 

*Son clasificados y categorizados: Los públicos de los medios de comunicación son vistos como destinatarios, como agente sociales cuya respuesta depende de su origen, sus intereses colectivos, su competencia lingüística y cultural.

*Por el origen del emisor, el mensaje no es neutro por ello tiene un nuevo significante.

*Muchas veces los sujetos con una misma ideología sufren de la manipulación ideología que frecuentemente venden los medios.

 Y se concluye que es importante pertenecer a una cultura alternativa y no pertenecer al modelo institucional hegemónico.

 Así pues, se deduce que el papel que juegan los sujetos y la sociedad son indispensables para los medios y en general para cualquier tipo de acto comunicativo que puede ser analizado, investigado y modificado siempre y cuando se ajuste a los intereses del emisor o de quien lidere la información y la intención del mensaje con el que se quiere llegar.
 
Las teorías de la comunicación han permitido el desarrollo y el avance de nuevos estudios en materia de persuasión y mensajes que ha servido para incluir nuevos modelos y establecer diferencias en los agentes de la comunicación.
 
Es necesario advertir, sin embargo, que la aplicación de la acción de comunicar se debe integrar adecuadamente con otros factores y en un contexto. Además, no puede ignorar el entorno en que se mueve  y los procesos políticos, sociales y económicos, incluso pese a los avances de las teorías repasadas, ninguna técnica de comunicación como lo señala Dominique Wolton, por más efectiva que sea, llegará a alcanzar el nivel de complejidad de la comunicación humana.